El oro es un cadáver

Antes que la bandera
fueron mis huesos
carcomidos por sulfuros
-latigazos de polvo-
-narices rotas-
mineralizándonos
en cada respiro
en cada tos con sangre
que vomitamos
en silencio
a un costado
del camino

La traza de sangre
al fondo del estómago
es la úlcera histórica
de todas las épocas
enarbolándose 
como una bandera
de porfía y piedras
bien arriba la cordillera
donde se habla cactus
y se resiste cóndor

Sabes que si juntáramos
todas las lágrimas
nacería un nuevo océano

Montañas de huesos
tengo en mis sueños
y una pesadilla en la existencia


Anchas avenidas

con la modernidad
ofreciéndose
como una promotora
rubia y muy delgada
sosteniendo una bandeja
con quesos y cerveza
la espumante labia del sistema
emborrachando los sentidos

siglos de distancia

siglos de sangre india

y mestiza

con la plástica comercial :

el oro es un cadáver.


Miranda Huamancuri, Perú
Volumen 1 Poesía Social, tres autores
Ediciones Periféricas 2015