Entonces los pibes
escribieron
el nombre de Brian
en una de las paredes
del barrio.
Lo escribieron y le
dibujaron una aureola arriba.
Para la policía,
Brian era un chorro.
Para los pibes, Brian
es, ahora, un ángel.
Para su mamá, Brian
era absolutamente todo
y ahora, todo es
absolutamente
nada.
Para mí, Brian
es un nombre
escrito
en aerosol sobre una
pared del barrio.
Con una aureola
dibujada
arriba.Luis Lhooner, El piso tembloroso del ring-side
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