Publicado por los compañeros de Ediciones de La Talida Dorada de la ciudad de La Plata, en su colección Los Detectives Salvajes.
BREVE COMENTARIO
(Extraído del diario El Día de La Plata, www.eldia.com.ar)
“La antología que aquí presento -nos dice Axat desde el
prólogo- nace como destello la mañana del 5 de abril, mientras ayudaba a llevar
alimentos y colchones a familias damnificadas que habían perdido todo menos la
esperanza. Continuó tomando forma en mi cabeza por la tarde, camino a la Morgue
para colaborar con un juez que buscaba dar con la verdadera cifra de personas
fallecidas como consecuencia del temporal. Finalmente adoptó entidad en mi
casa, la noche de ese mismo día, frente a un libro que había leído hacía ya
tiempo, y al que volví empujado por aquellas circunstancias. Me refiero a Spoon
River Anthology, del poeta y abogado Edgar Lee Masters”.
Así como el poeta norteamericano se valió de una voz
poderosa y plagada de una profunda e inquietante resonancia para, a través de
epitafios apócrifos, transmitir la irrisoria vanidad de vidas anónimas que se
perdieron con el tiempo, el poeta platense se anima al reto y se permite darle
voz a todos aquellos que precisamente la perdieron. “¿Qué tenía que ver Spoon River Anthology con la inundación
del 2 de abril?”, se pregunta Axat, y busca algunas respuestas: “La antología
que pensé tenía que retomar el punto de partida del epitafio, y relacionar el
agua con la poesía y la voz de los muertos. La convocatoria consistió en
antologar voces siguiendo la manera de Lee Masters. Escogí a muchos platenses
que padecieron el temporal, pero también fui a buscar al interior del país,
autores conocidos y otros no tanto. Seleccioné poetas de Chile, Colombia, Perú
y Brasil quienes tenían conocimiento de lo que había ocurrido en La Plata. A
cada poeta le pedí que sea la máscara de un “otro”, pero desde sus obsesiones.
Cada poema experimentaría el verso libre y llevaría como título el nombre y
apellido de alguna de las víctimas del temporal del 2 de abril hasta donde la
justicia las hubiera computado. En este caso no se inventarían epitafios de
personas imaginarias enterradas en un supuesto cementerio de un conjetural
pueblo llamado Spoon River. El riesgo de algo demasiado real surgía como
inversión y base de la Antología La Plata Spoon River”.
Voces, recuerdos, un
tono polifónico que se repite como un mantra y miradas que se sumergen en el
desastre y retratan el dolor con la máscara que pueden. El resultado es un
mosaico donde los registros son tan distintos como idénticos en su despedida,
en su final. Un cuidado -y admirable- trabajo de reconstrucción poética que el
propio Axat define mejor que nadie: “Como en el romanticismo, los poetas se
convierten en médiums, hablan por los muertos que quedan boyando, antes de irse
a un más allá. Traen el mensaje velado hacia el más acá, y susurrando a los
vivos tratan de poner ciertas cosas en su lugar. Es en algún punto que los
poemas pierden aquello que los diferencia, y no son más que una sola voz”.