Disponible x Editorial Árbol Animal
La Rosa Prisionera
Arrecia
la persecución, estamos escondidos, pero lo sabemos todo: dónde las esconden,
quién las compra, quién las interviene genéticamente; avanzamos escapando,
descubriendo contrabandos y estudiando la cosecha; siempre nos acariciamos, y
en las noches cuando encendemos el fuego, en las estrellas, el océano de las
rosas nos picotea las manos con pájaros luminosos, con destellos de cactus
hermanos que nos hacen libres, a pesar de las púas.
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