Disponible x Editorial Árbol Animal
La Rosa Prisionera
Arrecia
la persecución, estamos escondidos, pero lo sabemos todo: dónde las esconden,
quién las compra, quién las interviene genéticamente; avanzamos escapando,
descubriendo contrabandos y estudiando la cosecha; siempre nos acariciamos, y
en las noches cuando encendemos el fuego, en las estrellas, el océano de las
rosas nos picotea las manos con pájaros luminosos, con destellos de cactus
hermanos que nos hacen libres, a pesar de las púas.
Ediciones Periféricas en Mendoza, Argentina
Ya puedes encontrar las plaquettes de Ediciones Periféricas en Mendoza, Argentina, en la librería Pájaros, ubicada en avenida Las Heras 676 - local 6, entre Perú y 25 de Mayo.
Recital espontáneo en la Primavera del Libro // Poetas publicados en Ediciones Colectivas Periféricas
Amanda Durán con "Putita de dios"
Genovesio con "Ley de Gravedad"
Sine Die con "Memo"
Absalón Opazo leyendo al poeta ruso Serguéi Esenin
FOTOS: Rufino Haag.-
FOTOS: Rufino Haag.-
Baila Monstruo
La
bolsa de poemas y de pan se arrastra por el aire imaginario de una infancia
imaginaria nunca aceptada como tal mientras a lo lejos el viento bajo las
campanas tose la sangre de los últimos campesinos asesinados con las
herramientas en la mano un idioma un murmullo sin lamento bandada de grillos
huyendo de algo que se parece a una sombra pero que no alcanzamos a identificar
solamente intuimos que somos señuelo de una criatura siniestra horrenda como
una golpiza preparada por años en garages extranjeros a plena luz del día
IV
algo
real sube por la espalda
es
la voz del colibrí dorado
colibrí
colibrí
abre
mis venas para nacer de nuevo
imploro
a todos los valles de un territorio olvidado
ser
cóndor en vuelo conspicuo
ahora
murmuramos desde las montañas
cerrando
los ojos para ver la luz
el
ritmo de una canción evoca paisajes
la
cumbre está cerca
paramos
al borde de un camino pedregoso
las
piedras estallan
el aire se vuelve cuerpoPata de Conejo, Felipe Ugalde
Un tal Robert Guerrero
“Un tal Robert Guerrero”, dice el mensaje de texto.
Son las 12 de la noche
y me lo manda
mi padre.
Me narra al detalle
una pelea de
box
que está mirando
mientras yo padezco una jornada laboral nocturna.
“Al tal Robert Guerrero lo apodan el fantasma
Guerrero”
sigue diciendo,
e imagino al tal Guerrero, macizo y espectral.
Los mensajes se suceden
silenciosos
a través de la noche.
Mi padre alumbrado por el televisor, celular en mano.
Nos separa una ciudad
pero nos une este
cuento.
Los perros del muro de Berlín, Luis Lhooner
El jardín sobre las techumbres
Este
ocultamiento vano, propio de los culpables, será el folletín de los próximos
meses. El contraste del cardenal, y de lo innombrable, hará de la podredumbre,
de las vigas maestras y el óxido, el pastiche digno de un pintor mediocre. Es
de esperar que nuestros celadores busquen en otras partes. Tendremos
binoculares y una escalera que nos conduzca, como en la infancia, al silencioso
patio trasero de nuestros familiares. Ahí cavaremos una tumba para las
graciosas deidades que florecen en el mes de marzo. Y ahí estarán también las
palabras, las palabras tan ansiadas que nos hablen de la muerte.
La Repetición, Carlos Peirano
Supermercado Vietnamita
Robé, robé porque tenía hambre
Mentí, mentí porque sentí vergüenza
Pero el tío Ho me dijo siempre
desde el umbral de la puerta
Hijo mío
Toma lo que es tuyo
Baila Monstruo, de Absalón Opazo
Por Carlos Peirano.-
La primera parte, titulada Lancear el hambre, es un conjunto de poemas que vuelven sobre temas, y obsesiones, esbozados por el poeta en otras de sus publicaciones. Aquí se puede encontrar (con un lenguaje diáfano y certero) el letargo de los días venideros, la belleza inscrita en el mausoleo generacional, la frustración del golpe y su posterior matadero. No es baladí su toma de posiciones. Opazo escribe entonces como un centinela en medio del desierto. Su inspiración, entre muchas otras, es el drama histórico y sus posteriores consecuencias. Una poesía personal no carente de épica.
La segunda parte, que lleva el título del libro, es otra cosa. Ya en su disposición en la página (en forma de bloques) aquello que antes se revelaba con cierta soltura, acá se ve mermado por la violencia del encuadre. Asistimos al monólogo de un artista en plena facultad de su quehacer. Pluralizando su persona en algunas ocasiones, como en un extraño coro, va tejiendo una trama insospechada de anécdotas, revolcones, tomateras y blasfemias que, en su pluma, confluyen con suma inteligencia. El marco siempre es la ciudad y sus contornos. La ciudad opresora y devoradora. La urbe (urna dicotómica de otras dominaciones) como hábitat natural. Un tráfago de palabras que sintonizan con el ritmo de ésta. Una puesta en escena peculiar para desbaratar los valores familiares, los antecedentes artísticos, las mal llamadas relaciones humanas y los voladores de luces a los que nos han acostumbrado nuestras pobres autoridades.
En definitiva, un libro que, sin pretenderlo, carga con el estigma de una sociedad derrochada en un baldío insoportable que puede relatarse con retazos, dentro de un imaginario cada vez más disminuido por los avances tecnológicos, y la falta de interés por aquello que se encumbra en estos versos, nada nostálgicos, presentados en este pequeño volumen.
Comentario publicado en www.cavila.cl
Fantasmas
Afortunadamente
no somos conscientes
de
que están aquí,
frente
a nuestros pasos,
con
sus rostros ya inexactos,
camuflados
en otros labios,
entre
las sábanas que calaron
nuestros
huesos descubiertos,
los
fantasmas latentes,
a
la espera de un gesto,
de
una palabra vetada
o
un simple silencio.
Las
sombras enmudecidas,
aunque parezcan
dormidas,
no
se despluman las fisuras,
pero
el tiempo,
inevitablemente,
las
evita.
Afortunadamente
no
somos conscientes
de
que gritan
y
que en nuestras maletas
se
retuercen escondidas,
en
cada despedida
con
sus verdades subjetivas,
que
perspicaces
desde
el fondo nos miran
como
fotos desteñidas.
Afortunadamente
no
somos conscientes
de
que aún
respiran
por nuestros poros,
exhalando
los tesoros
que
envolvían
los
rincones infinitos
de
antiguas cumbres,
hoy
solo baúles
repletos de polvo.
En
otra vida,
en
otros contextos,
los
fantasmas se sientan
en
la puerta del tiempo,
anhelando
el momento
en
que aparezca algún esbozo
de
sus filamentos,
y
en dos cuencas atónitas
se deslice un
recuerdo.Carolina Gómez Maray
Antología Breve de Nueva Poesía Chilena
Reforma Agraria
Dónde me espera
el árbol que aún no nace
esa flor de la que hablaron
y que sueño tener frente mío
Dónde me espera
el hijo cereal de la vida
la cálida estrofa del amor
el poema de los días
La uva del sol
dónde me espera
La tierra sin sembrado
la cabaña con mate y fuego
la señal de aurora
que prometió mi abuelo
Absalón Opazo
"Nueva Residencia"
x Ediciones Periféricas
Antología La Plata Spoon River
Saludamos la presencia de nuestro compañero Absalón Opazo en esta antología, dedicada a la memoria de las víctimas de las inundaciones de la ciudad de La Plata, en abril de 2013. En esa ocasión, las autoridades mostraron una total inoperancia e incluso trataron de ocultar la lista real de fallecidos. La antología nace entonces justamente para hacer justicia con el número real de víctimas y denunciar las sucias maniobras del poder para con la gente, para con el pueblo, en un tema tan sensible como un desastre natural.
Publicado por los compañeros de Ediciones de La Talida Dorada de la ciudad de La Plata, en su colección Los Detectives Salvajes.
BREVE COMENTARIO
(Extraído del diario El Día de La Plata, www.eldia.com.ar)
“La antología que aquí presento -nos dice Axat desde el
prólogo- nace como destello la mañana del 5 de abril, mientras ayudaba a llevar
alimentos y colchones a familias damnificadas que habían perdido todo menos la
esperanza. Continuó tomando forma en mi cabeza por la tarde, camino a la Morgue
para colaborar con un juez que buscaba dar con la verdadera cifra de personas
fallecidas como consecuencia del temporal. Finalmente adoptó entidad en mi
casa, la noche de ese mismo día, frente a un libro que había leído hacía ya
tiempo, y al que volví empujado por aquellas circunstancias. Me refiero a Spoon
River Anthology, del poeta y abogado Edgar Lee Masters”.
Así como el poeta norteamericano se valió de una voz
poderosa y plagada de una profunda e inquietante resonancia para, a través de
epitafios apócrifos, transmitir la irrisoria vanidad de vidas anónimas que se
perdieron con el tiempo, el poeta platense se anima al reto y se permite darle
voz a todos aquellos que precisamente la perdieron. “¿Qué tenía que ver Spoon River Anthology con la inundación
del 2 de abril?”, se pregunta Axat, y busca algunas respuestas: “La antología
que pensé tenía que retomar el punto de partida del epitafio, y relacionar el
agua con la poesía y la voz de los muertos. La convocatoria consistió en
antologar voces siguiendo la manera de Lee Masters. Escogí a muchos platenses
que padecieron el temporal, pero también fui a buscar al interior del país,
autores conocidos y otros no tanto. Seleccioné poetas de Chile, Colombia, Perú
y Brasil quienes tenían conocimiento de lo que había ocurrido en La Plata. A
cada poeta le pedí que sea la máscara de un “otro”, pero desde sus obsesiones.
Cada poema experimentaría el verso libre y llevaría como título el nombre y
apellido de alguna de las víctimas del temporal del 2 de abril hasta donde la
justicia las hubiera computado. En este caso no se inventarían epitafios de
personas imaginarias enterradas en un supuesto cementerio de un conjetural
pueblo llamado Spoon River. El riesgo de algo demasiado real surgía como
inversión y base de la Antología La Plata Spoon River”.
Voces, recuerdos, un
tono polifónico que se repite como un mantra y miradas que se sumergen en el
desastre y retratan el dolor con la máscara que pueden. El resultado es un
mosaico donde los registros son tan distintos como idénticos en su despedida,
en su final. Un cuidado -y admirable- trabajo de reconstrucción poética que el
propio Axat define mejor que nadie: “Como en el romanticismo, los poetas se
convierten en médiums, hablan por los muertos que quedan boyando, antes de irse
a un más allá. Traen el mensaje velado hacia el más acá, y susurrando a los
vivos tratan de poner ciertas cosas en su lugar. Es en algún punto que los
poemas pierden aquello que los diferencia, y no son más que una sola voz”.
Ediciones Periféricas llega a Francia
Nuestra amiga Marcela Saldaño presentando en Francia su publicación "Investigaciones Determinadas por lo Prohibido", editada en 2013 por Ediciones Colectivas Periféricas.
¡Felicitaciones a nuestra gran poeta!
El idilio de conocer a una persona de la que uno cree poder enamorarse
1.
salgo desnuda
a la puerta de mi casa
con el sostén en la mano
tras el hombre que anoche
( lo indecible )
veo en su espalda
las marcas de mi rostro
en mi rostro siento su baba
dura
seca
de los besos que anoche
( lo indecible )
su espalda está desnuda
y hace frío
mucho frío
en estas calles de invierno
en este invierno de calles desnudas
salgo
ya lo he dicho
tras el hombre que anoche
con su mano en mi corazón
dijo el amor
que ahora es tan indecible
por haberse ido
con él
(tras él)
en la espalda
como si fuera mi
rostro
y su nombre en la mano
y el sostén en la otra
como si de eso se tratara
el equilibrioBruno Genovesio
"Ley de Gravedad"
x Ediciones Periféricas
Visita a La Serena
Con Carlos Gallegos de Ediciones Árbol Animal (Buenos Aires),
y Javier Del Cerro y Arturo Ruiz, poetas de La Serena,
en el Centro Cultural Las Compañías.
y Javier Del Cerro y Arturo Ruiz, poetas de La Serena,
en el Centro Cultural Las Compañías.
Plaquettes de Ediciones Periféricas en Bazar Putamadre
Encuentra nuestras colecciones de poesía en este bello rincón porteño, ubicado en Almirante Montt Nº42, a los pies del Cerro Alegre y a pasos de la plaza Aníbal Pinto.
+ INFO
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Internet out of service
He pasado todo el santo día mirando un
foquito estéril
con la vista fija en ese punto del mundo
como si esta acción
fuera a cambiar las cosas.
Uno ha sido criado torpemente en los
milagros.
Uno torpemente es una repetición.
Resignado del día
mi perro duerme a sus anchas bajo el
techito del lavadero.
La lluvia ha sido tan persistente como el
apagón.
Ahora mismo puedo estar siendo velado en algún otro sitio
dado por muerto o declarado
arteriosclerósico.
Sé que más de una mujer llorará por mí toda
esta tarde y aún
su noche aquí en mi tarde.
Sin saber qué más hacer para aliviar sus
pesares
me recuesto junto a mi perro a ver caer la
lluvia
con los mismos ojos de desdicha miramos el
día
imposibilitados
de toda comunicación.Carlos Gallegos
"Dios me dio la bendición de ser ateo"
x Ediciones Periféricas & Árbol Animal
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